la locura se viste de noche

Soy unos ojos de sonrisa cínica.
Amor descafeinado de fin de semana.
Un cuerpo abrazado a otra desconocida
(con un tango de fondo).
Gotas de lluvia envasando mis ansias
de llorar.
Humedad.
Soy una falta de ortografía
en papel reciclado.
Se abre una puerta a la que no he aprendido
a poseer.
Deprisa.
Unas sombras recortadas de
(cualquier)
ciudad y la sirena a lo lejos.
Ulises atado al mástil
de sabores perdidos, olvidarlos quisiera,
por un cabello de la extrañeza.
No puedo escapar, no es necesario.
La locura se viste de noche.
Tiene una cita.
Llegará tarde...
¡pero llegará!